Historia

Deshielo. Cambio. Pirineo.

Alert.Pirineo nace de de la necesidad que tiene la sociedad de saber lo que el cambio climático le está quitando a la tierra y a nosotros

El cambio climático ya lleva en nuestras vidas unas décadas. Desde bien pequeños nos han hablado mucho del deshielo en los polos, desertificación, calentamiento global,… Aún así, nos han explicado todo desde un punto de vista mundial en la cuál no nos iba afectar nada por ahora.

En los Pirineos, la temperatura ha aumentado más de 1,5ºC desde la Pequeña Edad de Hielo, y los datos obtenidos desde la década de 180 nos muestran una disminución de la profundidad de la nieve especialmente en las zonas más altas del Pirineo.

Por otro lado, los cambios que ha traído el cambio climático mayormente ha afectado en la alta montaña. La inmensa mayoría de los glaciares retroceden a un ritmo sin precedentes. Los científicos calculan que para el 2050, no quedará ningún glaciar en el Pirineo.

El cambio climático avanza.

La tasa de aumento de temperatura durante el calentamiento global del siglo XX es superior a la de las transiciones interglacial y a los cambios vividos durante el Holoceno. Dicho de otra manera, la Tierra nunca ha experimentado cambios climáticos tan  rápidos como los de ahora.

El Pirineo y el cambio de paisaje.

Los impactos del Cambio Climático en estos ecosistemas pirenaicos van asociados principalmente a los cambios en los regímenes de temperaturas, siendo muy probable que este efecto se acelere de forma marcada en el futuro. Algunos modelos predicen que la temperatura del agua superficial de los lagos aumentará en más de 10ºC durante el siglo XXI.

Los glaciares Pirenaicos desaparecen.

Los científicos han constatado que en los últimos años, entre 2011 y 2020, la superficie cubierta de glaciares de los Pirineos has disminuido en más de un 20% en solo 9 años, y han desaparecido 3 de ellos, siendo la tasa de pérdida de hielo similar a la observada desde la década de 1980.

Glaciar de Aneto en 1936
Glaciar de Aneto en 2022
Glaciar de Los Infiernos en 1934
Glaciar de Los Infiernos en 2020
Glaciar de Monte Perdido en 1900
Glaciar de Monte Perdido en 2021

Los glaciares constituyen una reserva y fuente de agua importante para las comarcas que se desarrollan a sus pies; alimentando ríos, enbalses, arroyos y otros cursos de agua que en los meses estivales correrían sin apenas caudal si no fuese por el deshielo primaveral. En cuanto a la fauna y la flora permiten que se desarrolle un biotopo con unas características muy singulares, aportando una riqueza adicional a la Península Íberica.